Juez Ortega Polanco define redes globales como maquinarias eficientes y resalta informática jurídica como disciplina
El juez de la Suprema Corte de Justicia, Francisco Ortega Polanco, dijo que las redes globales como tecnología de la información y la comunicación son una maquinaria eficiente aplicada al desarrollo de la justicia constitucional.
El jurista expuso en las XXII Jornadas de Derecho Constitucional: “Legitimación de los Órganos de la Justicia Constitucional en el Siglo XXI”, en la que trató sobre “La justicia Constitucional en la Era de la Información”, señalando que la Ley Suprema dominicana reconoce jerarquía constitucional a los tratados, pactos y convenciones sobre derechos humanos, suscritos y ratificados.
Destacó que en la Era de la Información o Sociedad de Red, surge la Informática Jurídica como disciplina, cuyo objeto es la información, su método, la teoría de sistema y su instrumento operativo: la computadora.
Explicó que la justicia constitucional, penal o administrativa se realiza en la Aldea Global, término ideado por el sociólogo canadiense Herbert Mc Luham a finales del siglo XX, representando la interconexión humana a escala planetaria.
Indicó que eso se demuestra por medio de estructuras generales o regionales, en la economía y en lo jurídico, afectando la noción pura de soberanía configurada en la Época Industrial.
El magistrado Ortega Polanco afirmó que los problemas constitucionales no son, primariamente, de derecho, sino de poder y que la verdadera Constitución de un país sólo reside en los factores reales y efectivos de poder que rigen en ese país.
No obstante, sostuvo que la Constitución proclamada el 26 de enero del 2010 reconfigura todo el espectro de la justicia constitucional, la cual consiga los dos modelos de control de constitucionalidad: poder concentrado a través de una jurisdicción especializada, de acuerdo a los artículos 184 al 188 de la Carta Magna.
El jurista señaló que en el contexto de esa Constitución, la justicia constitucional irradia todos los ámbitos jurisdiccionales, el derecho público y el privado, los procedimientos en sedes judicial y administrativa, los actos administrativos, los tratados internacionales e inclusos los actos o amenazas de los particulares contrarios a los derechos fundamentales.
El magistrado Ortega Polanco deja claramente establecido que la justicia, sea constitucional o de cualquiera índole, no superará, en ningún contexto, el valor ético configurado de dar a cada quien lo que le corresponda.
Precisa que la ciencia o la tecnología son instrumentos neutros, como neutra debe ser la investigación científica en sus propósitos, orientada a objetivos beneficiosos, como erradicar enfermedades o acabar con la pobreza.
Concluye preguntando ¿dónde llegará el desarrollo de la tecnología de la información? Y dice que es una pregunta que supera los límites de la imaginación de los ciudadanos.
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