González Trevijano dice constituciones modernas son extensas y abarcadoras; destaca Constitución dominicana de 2010

SANTO DOMINGO.- Al mencionar algunas de las principales fases históricas de la constitucionalización del derecho, el magistrado Pedro González Trevijano afirmó que la Constitución dominicana de 2010 es un ejemplo muy claro de cómo, gracias a la constitucionalización del derecho, las constituciones modernas tienen cada vez mayor extensión y son más abarcadoras.

El juez titular del Tribunal Constitucional de España habló al respecto en la conferencia inaugural del IV Congreso Internacional de Derecho y Justicia Constitucional, dictada bajo el título “La constitucionalización del derecho”, en la que desglosó las fases históricas más importantes del derecho constitucional iberoamericano y anglosajón en los últimos trescientos años.

El jurista, coordinador general de la Conferencia Iberoamericana de Justicia Constitucional, explicó que las constituciones de hoy en Iberoamérica y Europa tienen cada vez una extensión mayor, consecuencia ineludible de “un incremento de atención en las constituciones de determinadas materias, que en los primeros tiempos nunca formaron parte de los textos constitucionales que aparecen a finales del siglo 18 y 19”.

Expresó que las constituciones antiguas apuntaban únicamente a ideas generales y hacían una determinación de cómo funcionaban los poderes del Estado.

“Si ustedes se acercan a las constituciones españolas, casi todas eran muy cortas… Hoy creo que la dominicana tiene sobre los 275 o 276, al margen de las disposiciones transitorias y disposiciones finales; la española tiene 169. Son constituciones que han tenido un gran crecimiento exponencial, y prestan atención a temas que antes eran irrelevantes para la constituyente”, dijo el catedrático de Derecho Constitucional, ex rector de la Universidad Rey Juan Carlos.

Entre las razones políticas y jurídicas que han dado lugar a este proceso, señaló las que considera las más importantes. “En primer lugar, y con carácter general, creo que ha triunfado la concepción continental del derecho en sentido amplio. A diferencia de lo que sucede en el mundo anglosajón, los juristas constitucionales tenemos que tener nuestras pautas de conducta santificadas en prescripciones jurídicas, parece que sin ellas no estaríamos obligados, y cuando no, tenemos que dar un salto cualitativo y plasmarlas en las constituciones y posteriormente en sus legislaciones de desarrollo, algo que hasta hace unos años no sucedía en el constitucionalismo británico”.

En segundo lugar, atribuyó el incremento en la redacción de preceptos constitucionales a la atención que presta ahora el derecho a la política, de forma que trata de limitar y restringir los tradicionales excesos y abusos del poder ejecutivo y las administraciones públicas, “una razón afortunada, que habla bien de la transición de los regímenes políticos todavía autoritarios a los constitucionales”.

La tercera razón, dijo, es la creencia de un extraordinario poder taumatúrgico de las constituciones. “La ciudadanía europea -y la latinoamericana también- piensa todavía que una vez se reconocen en la Constitución determinados principios, valores, derechos y libertades fundamentales, estos derechos y libertades dan un ‘plus’ de calidad y consideración jurídica que previamente no se encontraban en las constituciones”.

Al concluir su exposición magistral, González Trevijano expresó su admiración por los logros del Tribunal Constitucional dominicano en su misión de formar una generación constitucional.

Indicó que desde la Constitución española de 1812 se definió como una de las labores prioritarias de los ciudadanos amar su Constitución, y su enseñanza en las escuelas e institutos.

Esto “lo hemos conseguido con escaso éxito; no sé por qué razones en España no hemos sido capaces de asentar eso que se llama -y que recordaba el profesor Milton Ray Guevara- sentimiento constitucional. Ustedes lo tienen, y cuando he visto en esa pancarta esa expresión que pone abajo “Hacia una generación constitucional” y esa referencia a que en las escuelas se escucha y se oye la palabra de la Constitución, he de decirles sinceramente una cosa: tengo envidia y envidia malsana”, expresó el magistrado.

El IV Congreso Internacional sobre Derecho y Justicia Constitucional es una iniciativa del Tribunal Constitucional de República Dominicana, cuyo objetivo es propiciar el establecimiento y fortalecimiento del Estado social y democrático de derecho mediante el estudio del derecho constitucional.

El evento se realiza durante esta semana en el hotel Sheraton de esta ciudad, con la participación de importantes figuras del derecho constitucional en América Latina y Europa.

 

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