Dr. Manuel Aragón: «Los retos del Derecho Constitucional traspasan las fronteras nacionales»

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Publicación: Viernes 13 de Octubre , 2023 / 07:55 P. M.
Dr. Manuel Aragón: «Los retos del Derecho Constitucional traspasan las fronteras nacionales»

El magistrado emérito del TC del Reino de España dictó la conferencia «El populismo y sus efectos en el ámbito constitucional»

SANTIAGO. El Dr. Manuel Aragón, magistrado emérito del Tribunal Constitucional del Reino de España, destacó que el derecho constitucional se enfrenta a diferentes retos, algunos de los cuales derivan de fenómenos que traspasan las fronteras de las comunidades nacionales, entre los que mencionó el cambio climático, la globalización, el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la migración a gran escala.

Agregó que el derecho constitucional se enfrenta a la exigencia de que la dignidad de la persona es un valor universal que necesita medidas de cooperación mundial para hacerlo posible.

«Ese objetivo, aunque de difícil consecución, no puede ser abandonado por el derecho constitucional. De ahí que se venga propugnando, desde hace algún tiempo, un “constitucionalismo cosmopolita”», destacó el también catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Autónoma de Madrid al dictar la conferencia «El populismo y sus efectos en el ámbito constitucional».

Al hablar del tema en el marco de la Primera Jornada Constitucional Ulises Francisco Espaillat, organizada por el Tribunal Constitucional dominicano, Aragón expresó que la vía del constitucionalismo cosmopolita puede ser una más para enfrentar los riesgos del populismo.

«El constitucionalismo cosmopolita, aunque plantea algunos problemas desde el punto de vista formal, por la dificultad —no insuperable— de construir una especie de Constitución universal o, al menos, unos principios constitucionales de universal aceptación, no se desliga, desde el punto de vista material, del concepto de Constitución, esto es, de que en ella existe una unión indisoluble entre democracia y poder sometido al derecho», afirmó.

En cuanto al populismo y debilitamiento de la eficacia normativa de la Constitución, aseguró que la pretensión de que en el texto constitucional deben caber todas las aspiraciones políticas y sociales está llevando «a unas constituciones extraordinariamente extensas, que contienen determinadas prescripciones que, más que normas jurídicas, son meras aspiraciones políticas o morales, normas puramente exhortativas que, por su estructura y su función, difícilmente pueden operar como mandatos exigibles en derecho».

Afirmó que ese tipo de constituciones, conocidas por muchos como paternalistas, tienen el defecto de que, con tanto contenido, pierden la eficacia normativa de la propia carta magna y desvirtúan la naturaleza de la Constitución, que no está para ser la única medida de la política y la moral, sino que existe para establecer las limitaciones del poder en beneficio de la libertad y no puede convertirse en un amplio catálogo que comprenda todo lo que la imaginación de su autor pueda concebir.

Temas diversos

En su disertación, el catedrático español abordó diversos temas, entre ellos «Populismo vs. Democracia», en el que insistió que la democracia constitucional no puede desligarse del Estado de derecho y tiene garantizados los derechos de libertad e igualdad, además de que deben respetar los límites jurídicos y ningún órgano constituido es soberano.

«Los populismos, tanto de izquierda como de derecha, chocan frontalmente con los principios configuradores de la democracia constitucional, entre ellos —y muy principalmente— el de la unión inescindible entre la democracia y el Estado de derecho», aclaró.

También trató la «Limitación material de la reforma constitucional y “democracia militante”», destacando la importancia de los límites auténticos, que son los materiales. «Si se parte —como he dicho— de que no hay más Constitución auténtica que la Constitución democrática, el abandono de la democracia mediante la reforma constitucional no sería modificar la Constitución, sino destruirla, esto es, adoptar una “no Constitución”», argumentó.

Dijo que teóricamente puede sostenerse que además de la conservación de la democracia existe otro límite material, que es el de preservar la unidad de la nación.

Se refirió a la democracia militante, una terminología que calificó como «políticamente difusa y jurídicamente imprecisa», por lo que recomendó utilizar mejor el término de «democracia resistente», que «es más cierto y seguro».

«A mi juicio, toda democracia constitucional ha de ser una democracia jurídicamente resistente, de modo que, aunque no restrinja la libertad ideológica, sí que ha de impedir, válidamente, que los poderes del Estado destruyan la propia democracia», agregó.

Al referirse a la crisis actual de la democracia constitucional dijo que en estos tiempos de crisis del Estado constitucional y democrático de derecho resulta necesario que el derecho constitucional no permanezca en silencio y que denuncie las amenazas que recibe la democracia constitucional, la que considera la forma de organización política más justa y eficaz que la civilización ha producido hasta ahora.

«No olvidemos que, como dijo un gran historiador británico, “muchas veces las naciones no mueren por débiles, sino por viles”, pero los constitucionalistas no podemos legitimar que tales aboliciones puedan producirse válidamente por medio del derecho».

Acerca de «la reacción del Derecho Constitucional ante el populismo» destacó que, frente a los populismos, los constitucionalistas deben reafirmar los principios en que se sustenta la democracia constitucional.

«De ahí que los constitucionalistas debamos insistir en el ineludible carácter normativo que la Constitución tiene, y por ello en la denuncia de los intentos de pervertirlo, ya sea desobedeciendo abiertamente la Constitución, ya sea privándola de su eficacia a través de un mal llamado “constructivismo” jurídico, que tantos estragos, teóricos y prácticos, puede ocasionar al recto entendimiento del Derecho en general y, particularmente, del Derecho Constitucional», resaltó.

El Dr. Manuel Aragón, quien también habló sobre «Democracia constitucional y educación constitucional», afirmó que «para evitar que el populismo destruya a la democracia constitucional, aparte de las medidas que el derecho constitucional puede ofrecer, se requiere de la existencia de una ciudadanía activa, suficientemente comprometida con la defensa de sus derechos».

El moderador de la conferencia fue el magistrado del TC, Miguel Valera Montero.

 

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