«Sin dignidad no hay derechos fundamentales, y por esto, la dignidad humana se encontrará en todas las sentencias del Tribunal Constitucional», señaló Berroa
Santo Domingo. La directora de Relaciones Internacionales e Interinstitucionales del Tribunal Constitucional, Heidy Berroa, participó en el panel «Dignidad humana», que se realizó como parte de la 29.a edición del World Law Congress, donde sostuvo que la Constitución dominicana dispone, en su artículo 38, que la dignidad humana es fundamental en el Estado.
Citó que este artículo especifica que «el Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad humana y se organiza para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes. La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos».
Tras afirmar que la dignidad humana es un eje trasversal de los derechos fundamentales, cuya protección es el objetivo principal del Tribunal Constitucional, reiteró que «sin dignidad no hay derechos fundamentales, y por esto siempre se encontrará en todas las sentencias de esta alta corte».
En ese sentido, puso como ejemplo la sentencia TC/0059/13, que reconoció la imprescriptibilidad de la reclamación judicial de afiliación en razón de que el derecho a la dignidad humana y el derecho al apellido son derechos fundamentales tutelados en la Constitución de la República y en los tratados que forman parte del bloque de constitucionalidad y están directamente vinculados al valor central del Estado social y democrático de derecho.
Otra de las decisiones de esta corte que mencionó fue la TC/0081/14, que dispone que la dignidad humana hace referencia al valor inherente del ser humano independiente de su raza, condición social o económica, edad, sexo, ideas políticas o religiosas; es el derecho que tiene cada ser humano de ser respetado y valorado como ser individual y social, con sus características y condiciones particulares.
En cuanto a quienes están privados de libertad, el TC establece en su sentencia TC/555/17, reiterada en el 2023, que toda persona, sin importar su situación, se encuentra amparada por derechos constitucionales que no pueden ser objeto de restricción durante su estadía en prisión.
«La dignidad humana sigue siendo un tema debate que se cierra entre el derecho y la moral, pues para algunos no es legítimo el fundamento moral que junto al jurídico otorga la obligatoriedad de respetar los bienes que implican los derechos humanos», afirmó.
En una expresión cargada de orgullo patrio, Berroa manifestó que «en esta tierra de Anacaona y Enriquillo, la misma que acogió a Fray Antón de Montesinos, al padre Las Casas, a Duarte, Sánchez y Mella, es la misma que seguirá defendiendo los ideales y la dignidad en cada momento» y citó a la abogada activista dominicana Minerva Mirabal, quien dijo: «Nadie puede desconocer la fuerza interna de un pueblo, ni sus valores, todo el que lo desconozca fracasará», a lo que Berroa agregó que todavía quedan voces que claman en el desierto, haciendo alusión al sermón de adviento mencionado al inicio de su disertación como manifestación del pensamiento de la Escuela de Salamanca y espera que esas voces puedan ser escuchadas y rescatadas.
Junto a Berroa, integraron el panel Pierre Nihoul, presidente del Tribunal Constitucional de Bélgica; Ilir Panda, vicepresidente del Tribunal Supremo de Albania; Zeina Shaheen, profesora de Derecho de Familia y fiscal de distrito de Rabat, en Marruecos, e investigadora de género y Arta Vorpsi, profesora de Derecho Constitucional de la Universidad de Tirana y jefa de gabinete del presidente del Tribunal Supremo de Albania, quien fungió como la coordinadora.