Abogada señala que la masculinidad positiva es clave en la garantía de los derechos de niños, niñas y adolescentes
Para que el hombre logre una masculinidad positiva, los padres tienen el reto de inculcarle desde pequeño un accionar que vaya acorde en el desarrollo integral del prójimo, cumpliendo las leyes y deberes no solo a nivel familiar, sino también como sociedad
HATO MAYOR. – Una sociedad mejor puede lograrse mediante el cumplimiento de las legislaciones adjetivas y sustantivas y la promoción de la masculinidad positiva en el entorno social, estrategias que deben ser aplicadas por las familias desde la primera infancia.
Así lo afirmó la abogada María Corcino Ramírez al participar en la IV Jornada Internacional sobre Masculinidad Positiva que realizó el Tribunal Constitucional en esta ciudad, y en la que analizó el rol del hombre en el cumplimiento de la garantía y goce de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
Al ofrecer la conferencia “Derecho de familia y masculinidad positiva: legislación e impacto en el desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes”, la catedrática universitaria destacó que las estrategias para el afianzamiento de la masculinidad positiva deben estar en consonancia con el respeto a los derechos de las personas, sin distinción de raza ni discriminación, conforme a los postulados constitucionales.
En cuanto al sustento legal, indicó que aun después de la separación y el divorcio, en el enfoque constitucional se le otorga un disfrute de deberes y derechos tanto al hombre como a la mujer, extendiendo las obligaciones, según el numeral 10 del artículo 55.
Corcino hizo énfasis en la transformación de las personas dentro del primer núcleo social, que es la familia, que debe generar personas proactivas y respetuosas de los derechos, sobre todo conscientes de que con su forma de actuar son entes de cambio, por lo que deben tener como norte la búsqueda de una sociedad mejor.
Durante su jornada, la experta resaltó que hay que sensibilizar y educar continuamente a la ciudadanía para cumplir las leyes y deberes, primero dentro del ámbito familiar como eje central de desarrollo y segundo en la sociedad, teniendo como corresponsables al Estado y sus integrantes.
La docente añadió que el derecho a la familia está consagrado en el artículo 55 de la Constitución dominicana, definiéndolo como el fundamento de la sociedad y el espacio básico para el desarrollo integral de las personas en cuya formación y desarrollo la mujer y el hombre gozan de iguales derechos y deberes.
Para María Corcino Ramírez la importancia de la masculinidad positiva debe estar relacionada a la integración del hombre en los diferentes ámbitos sociales con perspectiva igualitaria, respetuosa y equitativa.
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